Ética en el gobierno




En un gobierno democrático es fundamental establecer mecanismos legales que aseguren el comportamiento ético del gobierno. Así, el pueblo puede confiar en que, si sus gobernantes no desempeñan sus funciones dentro de las normas morales que rigen la conducta humana, estarán en su derecho de sancionarlos.

En el ámbito público existen numerosas oportunidades y espacios donde ni siquiera el más estricto conjunto de controles, normas y sanciones institucionales puede garantizar que los servidores públicos actúen de forma éticamente correcta y eviten un acto de corrupción si es esto lo que realmente desean. La sola implementación de controles externos al individuo, las novedosas y sofisticadas medidas anticorrupción, no disminuyen las acciones corruptas, de hecho, el incremento de ésta es mayor.

La ética en el Gobierno es sumamente importante ya que, de no seguir ni regirse por ello, la imagen que le dan al pueblo es como una señal de que ellos mismos pueden hacer y deshacer, amparados bajo la excusa de que ni el propio Gobierno sigue las reglas. Sin embargo, y tristemente, los Gobiernos actuales no actúan de forma muy ética.

Cabe señalar que los actuales instrumentos de control que se han "intentado implementar" no bastan para detener la corrupción que existe entre gobernantes y políticos, ya que dejan de lado lo esencial, todo lo que se refiere a la esfera interna del individuo, a su educación, a sus valores, a su percepción y convicciones. Es hacía la concienciación sobre cada acto que realiza el servidor público a donde hay que dirigirse para hacer factible el propio control del servidor público, el autocontrol. Y esto sólo puede ser viable si verdaderamente se interiorizan valores. Y éstos los da la ética.



Diego Bautista, Ó. (2007). Ética y política: valores para un buen gobierno. Encuentros multidisciplinares, 9(27), 22-37.
Menchaca, L. A. (2017). Ética y política-Una relación obligada?. Revista Estudos Filosóficos, (9).